"Game of Seduction..."

Juegos de seducción que se confunden con sentimientos, la ética se confunde con la estética, luego la mano del fondo se confunde con la superpuesta.
Muchas veces los juegos de seducción terminan en juegos de amor y otras terminan siendo solo un vil juego que nos confunde.
Para nosotros el juego es donde nos olvidamos de lo que nos lleva a jugar, ahora, hay que ver qué se persigue; si engañar a la persona, prometer cosas falsas, mentir con tácticas machistas, o jugar con los sentimientos pero que es lo que no lleva a ese juego, jugar para escapar de los problemas o de sentimientos de tristeza o la falencia sentimental.
Jugar a la seducción en un escenario más en la vida. Descubrirme y descubrir lentamente
Buscando expresar el enigma. El secreto está en saber jugar el juego, A través de la seducción, continuamente, evocamos y revocamos al otro, cruzarse con miradas que reflejaban una seducción irresistible, Jugar por jugar, sin tener que morir o matar... Y vivir al revés, y por sobre todo no quemarse.
Aunque pienso, que hay que tener valor para jugar a la seducción, pero, dicen, que si no juegas, no te toca, cual será la realidad, tomar los jueguitos de seducción como ¿una manía machista más?, como mujer me siento incapaz de obrar así, hay quienes dicen que es un arte lograr seducir sin sentimientos, dejar de lado los sentimientos y soltarse a ese instinto,
Inconscientes tales como, sentimientos, emociones, “Dèjá Vu” y sueños,... del deseo contenido, de jugar con la seducción, o sea terminan siendo dos cosas extremas
Dejar de lado los valores la ética y los sentimientos, la seducción nos invita a ser anónimos a parar el reloj y jugar con el encanto de la seducción.
Creo que la base finalmente es tomar ese “jueguillo” como algo divertido y no como algo serio por que ahí es donde los parámetros se confunden.

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La Princesa y El Guerrero II

...... Mucho tiempo vivieron en el exilio, alejados de todo, solo el uno al otro, cada uno era un pilar para el otro, ya no estarían como una estrella solitaria en el cielo, serian uno, un todo en donde las palabras sobran, en donde una mirada es suficiente para pedir un beso, en donde un pestañar es suficiente para pedir el sol como regalo.

Pero no paso mucho tiempo que la Princesa en una noche callada y sin testigos abandono al Guerrero, dejándolo a su suerte, para regresar al castillo donde solo ella sabia lo que le esperaba.

“Las sombras del pasado nos confunden, detienen nuestro camino, perturban nuestra visión. Somos dueños, pero somos débiles, no las dejamos ir, no han dañado mil veces, pero sabemos que nos dañaran mil veces mas y las dejamos seguir con nosotros.”

El Guerrero al encontrarse solo, se precipito a la búsqueda de su Princesa sin importarle nada, recorriendo el reino entero, preguntando en cada pueblo, temiendo por la suerte de aquella que le robaba el sueño. Hasta que una noche igual al día que cruzaron sus primeras palabras la vio, en un castillo aun más grande que el anterior, con murallas mucho mas altas y un sin fin de guardias, le importo poco al Guerrero y irrumpió como una sombra que lo consume todo. Ahí la vio sentada contemplando el infinito, mucho mas bella que antes, como si los dioses hubieran depositado la luz de las estrellas en ella, el Guerrero se acerco y la miro con la misma mirara de la primera vez, pero la Princesa se encontraba lejos, sin importar los dos pasos de distancia que había entre ellos, ella no estaba ahí, ella había creado una barrera, una de esas que no se ven pero que se sienten tan fuerte que puedes chocar con ella y destruirte en mil pedazos, solo una mirara fría era lo que la Princesa tenia para el Guerrero.

Dudas, miedos y un sin fin de sentimientos que solo ahogan y enloquecen se adueñaron del Guerrero sin entender nada dio media vuelta y se perdió en las sombras. La Princesa sabia que si le decía la verdad el nunca entendería, que ella había peleado batallas en la que su corazón se hizo polvo y nunca pudo recuperarlo y que tal vez nunca lo recupere pero es una batalla que tiene que luchar sola, ese es su pensamiento y su sentir. Por eso por el gran cariño que tiene por el Guerrero lo deja ir, pero solo en cuerpo, porque su cariño y todo lo que siente por el nunca lo abandonaran. El recuerdo del Guerrero, aventuras, penas, alegrías y todo lo vivido juntos están grabados en lo mas profundo de la Princesa y para ella todo lo vivido con el es su mayor tesoro.

El Guerrero con su corazón en pedazos emprendió marcha a la montaña mas alta y solitaria del reino, la que nunca fue conquistada por mortal alguno, con paso firme subió sin tener miedo alguno, sin tener duda alguna, pasando por penurias y hambre, pero nunca alguna queja salio de su boca, sin importar nada llego a la cima, contemplo todo el reino, miro el cielo, casi podía tocar las estrellas, volvió la vista hacia el reino, se sentó y un pesar callo sobre el, uno con el cual no podía combatir, uno con el cual no hay arma en este mundo para destruirlo, lloro sin consuelo, después de que la ultima lagrima caía por su mejilla, medito tan profundo que el mismo tiempo se detuvo, busco su error, busco su mal, busco el mal en los demás o en ella, no encontró nada, pensó en la soledad, pensó en sus antiguos pasos, en el camino que tenia antes, que tenia con ella y en el que tendrá, vio múltiples soluciones fáciles y difíciles, vio sus sentimientos hacia ella. Abrió los ojos, se levanto orgulloso mirando al reino desde las alturas, no tubo mas miedo ni duda, descendió un camino no menos peligroso y no menos tortuoso y comenzó su camino hacia el castillo de grandes murallas

Una noche de luna llena, pero un cúmulo de nubes no dejaban ver tan hermosa vista, como si la luna rehuyera a ser vista, a compartir su luz. Ahí estaba la Princesa en su balcón confundida, sin entender, acongojada, sumida en su sombra, cuando sus pensamientos fueron donde el Guerrero, buscándolo en el cielo cubierto de nubes maliciosas.

En esos instantes las nubes dan paso a la luna y una sombra aparece debajo del balcón, a ella se le escapa una sonrisa tierna y llena de cariño, pero duro lo que dura en extinguirse la vida de una flor en invierno, pero para el no fue imperceptible y su corazón se lleno de alegría, así estuvieron largo tiempo contemplándose, dos orgullosos, tratando ver el ser del otro, de leer el pensamiento del otro, de buscar el porque de las cosas.

El Guerrero rompe el silencio desenvainado con su mano izquierda una daga hermosa y con un filo sin igual, mostrando tal arma a la Princesa, toma con su mano derecha la hoja de la daga y se aplica un corte certero, envaina su daga, eleva su puño, la sangre brota de el, y sin duda alguna el Guerrero mira a los ojos a la Princesa y eleva su voz;

“Si e de luchar contra mil ejércitos para demostrarte lo que este tonto corazón siente por ti, no tengas duda lo haré, si e de dar mi vida para demostrarte lo que este tonto corazón siente por ti, no tengas duda lo haré, si e de estar aquí sentado hasta el fin de los tiempos esperándote para demostrarte lo que este tonto corazón siente por ti, no tengas dudas lo haré, porque esta es mi decisión Mi camino es el que recorro contigo, Lo juro por mi sangre y por mi corazón”

La Princesa mira fijamente al Guerrero en busca de duda, en busca de miedo, pero solo encuentra a un tonto que la quiere como nadie en esta vida, mira el cielo y ve que el cielo se despeja, la luna brilla con mas intensidad, vuelve la vista al Guerrero que permanece firme sin titubear, busca las palabras en su interior y de sus labios con una voz de ternura;

“Guerrero has de seguir luchando, ese es nuestro camino”

El Guerrero le regala una sonrisa, la Princesa corresponde la sonrisa, el da media vuelta y se pierde en la sombras, ella sigue ahí inmutable contemplando el cosmos.

“Desde ese instante el Guerrero a luchado contra el mundo y le a demostrado no solo con palabras sino con hechos todo lo que su ser siente por la Princesa.

Quien sabe tal ves la Princesa nunca termine su batalla y su búsqueda, pero lo que ella nunca supo es que el Guerrero le devolvió lo que ella una ves perdió y aun sigue buscando, porque no se a dado cuenta que ya recupero su corazón. El Guerrero siempre luchara por lo que el cree que es importante, aun si se le va la vida en ello, esa es su forma de vida, tal ves salga lastimado o muera en ello. Solo el tiempo lo dirá.”

FIN

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Nosotros somo nuestros peores enemigos... Vencerse a si mismo es la mayor victoria.

La Princesa y El Guerrero... parte I

Todo ocurre en un reino ya olvidado por Dios o tal vez el reino se olvido de Dios ¿quien sabe? En el reino solo existía la envidia, las mentiras, las traiciones y el odio, ya el honor, el orgullo y la inocencia habían abandonado el reino, solo algunos pocos ya tenían una pizca de estas palabras en sus corazones.

En este reino había una Princesa de una belleza sin igual, ninguna otra princesa en el reino podía igualarla o sobrepasar tal resplandor. En el reino era ella la mas deseada, todo príncipe azul quería tener su mano, su compañía y su amor, pero ella negaba todo ello, tal vez por simple capricho o porque no veía nada en aquellos príncipes de honorables familias. Pero lo que no sabían, era que su corazón era solitario y no cualquier mortal podría derrotar tal soledad y la gran sombra que traía consigo, la cual hacia que las personas le temieran y tuvieran malos pensamientos sobre ella.

En lo recóndito del reino vivía un hombre un Guerrero que peleo muchas batallas en las que arriesgo su vida sin ninguna razón, en estas batallas salio muchas veces con grandes heridas y en agonía. Pero lo que mas le dolía era el hecho de que cada batalla que peleaba no tenían valor para su corazón, incluso la gloria que le daban sus compañeros de armas, su hermanos de vida, para el no valían y su corazón caía en congoja y pena, lo que lo llevo a soledad y oscuridad.

“Un guerrero siempre es fuerte, digno, sus valores son altos y bellos, el quiere ser perfecto, pero sabe que en esta vida no hay perfección, el desea ser ejemplo, quiere que su palabra sea sinónimo de verdad, sueña con consumir la vida en un segundo y al mismo tiempo detenerse y ver tranquilamente el infinito y sobre todo el guerrero protege y protegerá a muerte lo que para el considera importante y digno de tal sacrificio.”

El Guerrero se dio cuenta de esto y vio que su pasado solo era un camino a un fin superior, analizo sus errores y aprendió de ellos, sacando fuerzas de la nada comenzó a caminar tal vez por el camino más difícil y tortuoso donde su Honor era su escudo, su Verdad era su espada y su corazón su armadura y comenzó la búsqueda de su camino. Peleo mil batallas mas, fue traicionado mil veces más, pero por sobre aprendió una infinidad de cosas y cada día su corazón era mil veces más bello y orgulloso.

En uno de los infinitos viajes del Guerrero lo llevo al centro del reino, donde vio deshonor, mentiras y traiciones, vio desolación y desesperanza, pero en su camino encontró a un ser que irradiaba una luz sin igual, un calor que no tenia comparación con nada en este mundo, pero a la ves fría y alegada de todo, El Guerrero al ver semejante ser, su corazón se acongojo, tal vez fue un capricho del Guerrero o un nuevo sentimiento que inundaba su ser, pero ya jamás pudo sacar a la Princesa de su corazón y de sus pensamientos.

La noche más despejada que se tuvo memoria en mucho tiempo donde las estrellas brillaban sin desgano y la luna entumecía los corazones del osado que la miraban. El Guerrero entro sin miedo al palacio de la princesa arriesgando muchas cosas, pero no vacilo llevando consigo nada mas que su ser para ofrecer, se adentro en lo más profundo en busca de la Princesa y la vio ahí, hermosa y orgullosa contemplando el cielo en los patios del palacio, al verla el corazón casi le deja de latir, pensó que tal ves que su corazón lo llevaba a la locura, pero no dudo y avanzo seguro de si y se planto al frente de la Princesa igual de orgulloso que ella, no bajo ni un instante la mirada de sus ojos, no dejo que el miedo o la pasión se apoderaran de el. Con las palabras mas sinceras que jamás haya dicho algunas ves le dijo:

“Luchare por tu amor aun si e de perder mi vida en ello.”

Al escuchar esta palabras la Princesa hizo silencio, no quito la vista del Guerrero, trato de ver su ser, su arma y su corazón, luego miro el cielo, contemplo los astros, la luna, dio un largo suspiro, volvió la vista hacia el Guerrero le dio una sonrisa tierna y dulce y le dijo:

“Lucha si es lo que tu corazón desea.”

El Guerrero a oír esta palabra devolvió la sonrisa a la Princesa y dio media vuelta diciendo suavemente; “mañana nos volveremos a ver, la luna esta de testigo”. La Princesa sonrió unas ves mas, mientras el Guerrero desaparecía en las sombras igual como había entrado. Nuca se sabrá que vio la Princesa en el Guerrero esa noche, pero cada noche se reunían en el mismo lugar hablaban de la vida, del sol, la luna, los dioses, el ser, el cosmos. Cada uno se hacia mas fuerte y hermoso, no importaba si el día fuera triste o melancólico con tal de que estarían juntos solo algunos instantes. Sin darse cuenta el cariño, el respeto y “amor” los consumían y la felicidad de tenerse el uno al otro. Pero ambos sabían que ese amor era imposible ya que ella era una Princesa y el solo un Guerrero.

“Pero la Princesa llevaba una sombra gigante tras de si, una sombra que nunca la dejaría o que nunca valla a dejar ir, pero tan gran secreto nunca saldría de su corazón y era algo que la perturbaba y que le entregaba desdicha, era victima de si misma, de no dejar ir, de no ser fuerte y de no mirar hacia el cielo y ser parte de el.”

Mucho tiempo paso así, un “amor” en sombras, el Guerrero muchas veces quiso llevarse a la Princesa muy lejos para tener una vida tranquila y llena de felicidad, pero ella siempre puso a prueba el tenacidad y constancia del Guerrero y si de verdad el merecía su corazón, pero el Guerrero nunca desistió, su camino ahora iba de la mano del amor que sentía por la Princesa.

La Princesa al ver tan puro y noble corazón se marcho junto con el Guerrero, lejos de su palacio seguro y de sus grandes murallas que siempre la protegieron. Tal vez el era el elegido que borrada la gran sombra, comenzar de nuevo, crear un nuevo camino…un poco de esperanza en la princesa todavía había.

Comenzaron un camino no mucho mas fácil, tal ves uno plago de envidia, mentiras y traiciones, porque nadie en el reino permitiría tal osadía, pero a ellos no les importo, porque se tenían el uno al otro y para ellos eso era lo mas importante.

Lucharon un sin fin de batallas juntos, muchas veces salieron casi moribundos, perdieron algunas de esas batallas, algunas muchas fueron vencedores, después de cada batalla eran aun mas fuertes, mucho mas sabios, mucho mas llenos de virtud. Pero en realidad la fuerza de ellos era que cada uno tenia a alguien tan importante a quien proteger, alguien por quien darían la vida sin dudar un solo segundo, ya no eran dos solitarios, eran solo dos tontos queriendo cambiar el mundo.

Continuara...

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